Evangelio y Reflexión en la Solemnidad de Todos los Santos
- Hdad Matriz Almonte
- 31/10/2020
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo5, 1-12a
En al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
Palabra del Señor.
Reflexión
Estimados amigos en Cristo y María,
Al contemplar todo lo que está ocurriendo en España, tanto a nivel político, económico, moral y social, uno se interroga si, aun así, hoy se puede ser Santo. Pues, los acontecimientos acaecidos nos llevan más a la crispación, indignación y a la perdida de la esperanza que, a la colaboración desinteresada, presupuesto fundamental para comenzar a recorrer el itinerario de santidad al que estamos llamados.
¿SANTOS? Sí. Tengo que afirmar, que es posible ser santos. A pesar de las adversidades y dificultades que podamos encontrar en el camino. Un santo no es el que lo hace todo bien. También en su vida hay luces y sombras. La santidad es un camino de bondad, felicidad y comunión que Dios realiza en nosotros. Es decir, ser santo no es otra cosa que ser una buena persona y, a la vez, una persona buena. Ya lo decía M. de Unamuno: “Ser bueno es hacerse divino, porque sólo Dios es bueno”.
El Dios de Jesucristo nos ofrece la verdadera vida, la felicidad para la cual hemos sido creados. «Sólo los que son verdaderamente buenos y santos son felices» afirmaba Pablo VI. Por eso, decimos que el día de Todos los Santos es una denuncia contra la mediocridad. Un cristiano no puede ser mediocre. Hay que buscar con la gracia de Dios la perfección, la bienaventuranza.
Hay muchos que piensan que lo de ser santos sólo les está reservado a unos cuantos. Eso no es verdad. Todos somos llamados a la misma vocación, lo único que tenemos que hacer es discernir el camino donde tenemos que servir a Dios. El Concilio nos dice, que “cada uno por su camino”. No se trata de imitar, sino de encontrar el camino que Dios tiene reservado para ti, preguntándole: ¿Dónde te puedo servir Señor? Esto es lo que hizo la Virgen, encontrar su camino. Así se convirtió en modelo y referencia de nuestro caminar.
Queridos amigos, la santidad no sólo se mide por la cantidad de obras buenas realizadas, sino, más bien, por la estatura que Cristo alcanza en nosotros como decía Juan el Bautista, “tengo que menguar para que Él crezca”. De ahí, que lo único que tienes que hacer es dejar que el Espíritu Santo configure tu vida a imagen de Cristo para que Él gane altura en tu corazón. Así ocurrió con María, que desde su pobreza se ofreció a Dios y Él la cubrió con su Gracia.
No tengamos miedo a ser santos. “No tengamos miedo a abrir el corazón a Cristo” como nos decía el Papa de los jóvenes, San Juan Pablo II. La santidad no merma tu humanidad, sino la plenifica. Hoy más que nunca el mundo necesita de cristianos santos, de referentes en el camino hacia Dios. No olvides que todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo nuestro testimonio en nuestra realidad cotidiana, es decir, allí donde uno se encuentra.
Santa María del Rocío, Tu que eres la santa entre los santos, ayúdanos y acompáñanos en nuestro camino hacia la santidad. Te lo pedimos por medio de tu Hijo, Pastor divino de nuestra vida.
Francisco Jesús Martín Sirgo
Director Espiritual de la Hermandad https://hermandadmatrizrocio.org/wp-content/uploads/2021/09/exhibition-gallery-item-5-1.jpg, Párroco de la de Ntra. Sra. de la Asunción, de Almonte y Rector del Santuario de Ntra. Sra. del Rocío.