Evangelio y Reflexión. Segundo domingo de Adviento
- Hdad Matriz Almonte
- 05/12/2020
Enderezad los senderos del Señor
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 1-8.
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en el profeta Isaías:
«Yo envío a mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino;
voz del que grita en el desierto:
“Preparad el camino del Señor,
enderezad sus senderos”».
Se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Él los bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
«Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».
Palabra del Señor.
Reflexión
Estimados amigos y hermanos todos.
Atrás quedan las caricias, besos, abrazos y experiencias compartidas de una generación de mayores que está desapareciendo de nuestra vida sin una simple y sencilla despedida. Basta un pequeño paseo para tomar conciencia del creciente número de personas necesitadas a nuestro alrededor. A esto, hay que sumarle una nueva subida de impuestos para todos, con lo cual muchos tendremos que ajustarnos un poco más el cinturón para llegar a fin de mes. Y… nosotros preocupados por cómo, dónde, cuántos y hasta qué hora podemos celebrar la “fiesta” de Navidad.
Algunos dirán, ¿es que no podemos celebrar la Navidad? ¡Por supuesto que sí! Pero una cosa es celebrar la Navidad y otra muy distinta es quedarse sólo en la fiesta. La Navidad nos es un puñado de limosnas para callar nuestra conciencia; no es consumismo desorbitado; no es olvido de la realidad y de lo que ocurre en el mundo; no es ensalzar a la familia una vez al año; no es magia que se desvanece; no es sentimentalismo y alegría superflua; …La Navidad es otra cosa.
La Navidad es luz para la vida; entrega y donación desinteresada; es palabra que acompaña, consuela y fortalece; es grito de solidaridad y justicia; es compromiso y lucha para hacer de esta casa de todos un lugar más humano y habitable. Es descubrir desde la sencillez y la pobreza la vida de un Dios que se hace niño para que, a través de su humanidad, nosotros podamos conocer la divinidad a la que estamos llamados.
La Navidad es gritar en el desierto como Juan el Bautista: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos”. Es hablar sin rodeos desde el leguaje de la desnudez, desde el vacío de lo superfluo y la conciencia de lo necesario. Es pedir a voces que los “valles se levanten” apoyados en la vivencia de la fe y en los cimientos del amor. Es plantar cara para que “los montes y las colinas se bajen” y allanemos el camino que impide el paso de Dios por nuestras vidas.
La Navidad es también, en contraste con Juan, silencio, reflexión y denuncia interior al comparar nuestra vida con la entrega incondicional de María. Es coherencia y humildad para comprender quién es el Dios de la vida y cuál es su mensaje. Es decir sí al plan de Dios sobre nosotros para que Jesús se haga carne en nuestras entrañas.
La Navidad es experimentar el amor desmedido y exagerado, para la lógica humana, de un Dios enamorado de su criatura que quiere formar parte de tu historia y de la mía. La Navidad es hacer nuestra la respuesta de María: “Hágase en mí según tu Palabra”. Nuestra tarea, en palabras de Juan el Bautista, es acoger ese amor para vivir siempre desde Dios.
Santa María del Rocío, Madre de la esperanza y de la espera, tú que nos enseñaste que amar es saber esperar el tiempo necesario, ayúdanos con tu intercesión a preparar nuestra vida para que Cristo pueda morar en ella.
Francisco Jesús Martín Sirgo
Director Espiritual de la Hermandad https://hermandadmatrizrocio.org/wp-content/uploads/2021/09/exhibition-gallery-item-5-1.jpg, Párroco de la de Ntra. Sra. de la Asunción, de Almonte y Rector del Santuario de Ntra. Sra. del Rocío.