"Al Rocío yo quiero volver..."
Las primeras construcciones, el terremoto de Lisboa y las múltiples intervenciones hasta llegar al Santuario actual.
Proporciona la primera referencia bibliográfica sobre la existencia de la ermita, el Libro de la montería, terminado de escribir entre 1311 y 1350, que la sitúa en las Rocinas, pero fuera del dominio territorial almonteño. Dice así:
“En tierra de Niebla ay una tierra quel dizen las Rocinas et es llana, et es toda sotos, et ay siempre puercos… et señaladamente, son los meiores sotos de correr cabo un yglesia que dizen Sancta Maria de las Roçinas et cabo de otra iglesia que dizen Santa Olalla»
Y la primera cita en documentos de la ermita fue en una medición de límites entre Niebla y Moguer con Almonte, efectuada el 30 de diciembre de 1335. Los medidores establecieron un mojón en un alcornoque cabezón que estaba cerca del camino viejo que llevaba hasta la iglesia de «Santa María de las Roçinas y al Bodegón». Aquella misma acta señala otro mojón, que se encontraba entonces junto a un olivo y el camino nuevo que iba desde Almonte hasta la ermita marismeña. Tenía, según recogen algunos documentos, “diez varas de largo” y estaba orientada al sur. Era de un sencillo estilo mudéjar, con techumbre de madera a tres aguas y compás.
A lo largo de la historia, se producen diferentes ampliaciones y reformas importantes. No obstante, permanece levantada hasta mediados del siglo XVIII, cuando la onda sísmica del famoso terremoto de Lisboa de 1755, la destruye casi por completo.
El templo actual tiene orientación litúrgica, es decir, está orientado en dirección oeste-este, lindando en su costado sur con la Madre de las Marismas del Guadalquivir, a donde van a dar las aguas del arroyo de La Rocina, de donde la sagrada imagen toma su primitivo nombre.
En 1760, se bendice una nueva ermita, de mayores dimensiones y distinta planta, orientada de este a oeste. Estaba inspirada también en estilo mudéjar, con algunos elementos barrocos en su fachada, y un espléndido retablo, en su interior, atribuido a Cayetano d´Acosta.
En 1914-1915 se llevaron a cabo importantes obras de mantenimiento, reformándose su fachada en 1918-1919, poco antes de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío, que permaneció hasta su demolición en julio de 1963, modificada su estética en 1942, para construir el Santuario que hoy conocemos.
El proyecto del nuevo Santuario fue obra de los arquitectos sevillanos, Antonio Delgado Roig y Alberto Balbontín de Orta. La primera piedra fue colocada el 26 de enero de 1964, por el primer Obispo de la Diócesis de Huelva, D. Pedro Cantero Cuadrado, principal impulsor de la construcción de este nuevo templo para la Virgen. El nuevo Santuario amplia la superficie original del anterior, incorporando a ella cuatro fincas, adquiridas en distintos momentos y ganando espacio hacia la fachada principal.
El 12 de abril de 1969 se bendijo en un estado de ejecución primario por el Obispo de Huelva, D. José María García Lahiguera. Tras su bendición, las posteriores Juntas de Gobierno de la Hermandad Matriz han ido trabajando en la culminación de estos trabajos. En octubre de 1980 se da el primer golpe de gubia del nuevo retablo de la Santísima Virgen del Rocío y en mayo de 1981 se bendice la espadaña de la puerta principal del Santuario del Rocío, que remata una réplica de la sevillana Cruz de la Cerrajería del almonteño Sebastián Conde. Con posterioridad se han bendecido el Camarín, antecamarín y sus dependencias anejas (1999), el Retablo Mayor (2006), obra del tallista Antonio Martín Fernández, del escultor, Manuel Carmona Martínez y del carpintero Matías Aceitón Vega. Y, entre tanto y después, otras capillas y dependencias: En 2002 se bendijo la nueva sacristía, capilla para el paso de la Virgen, secretaría, dependencias de prensa, despachos para el Capellán y Presidente de la Hermandad, Sala de Juntas y dos apartamentos, y también se abrió un nuevo acceso al Santuario por el Real abriendo a los devotos la llamada Puerta del Real. Y en 2011, la Capilla Sacramental y Penitencial.
Durante la prolongada estancia de 2020-2022 se han llevado a cabo importantes obras de mantenimiento, particularmente de toda la ornamentación exterior de cerámica, que se ha renovado, culminándose la ornamentación de “la Puerta del Sol”.